viernes, 11 de septiembre de 2009

...si seguro que tengo que llorar,
sólo faltan razones para hacerlo. Buscando me tropecé y caí encerrado, ahora quedo atrofiado mi pistón el cual orgullosamente expuse como único. Aqúi estaba mi pistón de más.
Aquí quedo un vacío en el cuál mi orgulloso excedente fué el reflejo de mi faltante siendo hoy ese instante entre el miedo y la vagancia, ese enigma q lleve toda mi vida y moriré el día que logre superarlo.
Así es como anhelo la muerte . sin lagrimas sabiendo que cuando ellas caigan mi cuerpo también lo hará

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